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Despuès de medianoche
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cuando todo estè en calma
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dibujarè en el cielo
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grafismos desusados
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y los harè oscilar
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entre constelaciones
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hasta atar estaciones
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minuto por minuto,
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en un reticular
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cielo azulado.
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Mi mano ha de jugar
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enlazando asteriscos,
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señales luminosas,
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volátiles metales
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y largas cabelleras
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de bòlidos errantes,
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tratando de escribir
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algunos nombres
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en ese muro azul
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siempre cambiante. . .
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©2004
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